El mundo de los negocios es complicado por sí mismo, y en tiempos de crisis mucho más. A fin de prever escenarios complicados, es común que las empresas, negocios y emprendedores busquen alianzas estratégicas que les permitan fortalecerse, consolidarse e, incluso, abrir camino hacia nuevos mercados.
Estas alianzas pueden tener diferentes beneficios para las partes involucradas, pueden acelerar su crecimiento o bien mantenerlo estable en caso de una crisis, además de que pueden trazarse y alcanzar objetivos que de manera individual no tuvieran planteados.
Existen diferentes tipos de alianzas estratégicas, como los consorcios, las licencias y las joint venture. Desde cierto punto de vista, las franquicias pueden verse como tal dado que requieren del involucramiento de diferentes partes, sin embargo, se consideran contratos de asociación. Además, particularmente con las joint venture existe una confusión entre lo que es una y lo que es la otra, por lo que a continuación explicaremos las principales diferencias entre una franquicia y una joint venture.
¿Qué es una joint venture?
Como su nombre en inglés lo dice, una joint venture es una “aventura en común”, que en el caso de los negocios es emprender un proyecto de manera conjunta. La joint venture consiste en que dos o más empresas independientes jurídica y económicamente deciden realizar un proyecto de negocios para alcanzar distintos objetivos empresariales, sin que esto represente constituir una nueva empresa.
En este tipo de alianza estratégica, los socios comparten liderazgos y riesgos, así como las ganancias y las pérdidas del proyecto compartido, además de que las decisiones sobre lo que se quiere hacer se toman en conjunto.
¿Qué es una franquicia?
Como hemos visto con anterioridad, las franquicias son negocios con una marca registrada y que une a dos partes en un contrato comercial para adquirir la distribución de un producto o servicio que haya contado con suficiente experiencia y éxito en otro lugar.
Es decir, se comercializa un modelo de negocio que ha sido trabajado previamente, en donde una de las partes, el franquiciador, le transfiere el Know how de la marca a la otra parte, el franquiciado, quien actuará por cuenta propia en cuanto a inversión, gastos y gestión del negocio. Gong cha es un ejemplo de este modelo de negocio.
Aunque hay un acuerdo entre ambas partes, el franquiciado toma un rol más operativo y de gestión, mientras que el franquiciador adquiere uno más de supervisión y guía.
Ganancias
Las ganancias en las joint venture, usualmente, buscarán ser equitativas por tratarse de dos o más empresas que invierten cantidades similares en el negocio. No obstante, dependerá mucho de los términos que hayan pactado al comienzo de su alianza estratégica, por lo que las ganancias pueden ser ligeramente mayores para una de las partes. Al ser pactado desde el comienzo, es porque todas las partes están de acuerdo, claro que en un futuro se puede reestructurar la alianza y la distribución de las ganancias, pero todo se decide de manera conjunta.
Por su parte, en las franquicias es el franquiciado quien asume la mayor parte de las ganancias, así como de los riesgos y de las inversiones financieras más fuertes.
Pago de regalías
El uso y comercialización de una marca implica el pago de regalías, por lo que es un rubro que se relaciona más con las franquicias que con las joint venture. Las regalías son las prestaciones económicas que paga el franquiciado por el uso de la marca para desarrollar el modelo de negocio de franquicia.
Las cantidades por regalías pueden variar, pues suelen representar un porcentaje de las ganancias totales del negocio, tanto de manera mensual como anual. El porcentaje dependerá del contrato firmado entre el franquiciador y el franquiciado.
Franquicia: un modelo con éxito probado y con una guía más clara
Aunque la gestión e inversión hecha por los franquiciados pudiera parecer complicada, también es cierto que cuentan con un poco más de libertad para actuar en comparación con las joint venture. Además, los modelos de franquicia se ejecutan a partir de un éxito probado previamente, por lo que cuentan con una guía mucho más clara hacia dónde dirigirse, situación que puede ser un poco más complicada en las joint venture, más si las partes involucradas son numerosas y presentan objetivos muy distintos entre sí.
Ahora que ya sabes algunas diferencias entre las joint venture y las franquicias, podrás tomar una decisión sobre cómo hacer tu inversión, recordando que Gong cha es un modelo probado y aprobado aún con mucho potencial de crecimiento en México.